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UN NUEVO MODELO ECONOMICO: EL MODELO DONUT.

UN NUEVO MODELO ECONOMICO: 

EL MODELO DONUT


El modelo Dona propone un cambio de mentalidad para abordar la economía contemporánea. Es una nueva forma de pensar para crear dinámicas generativas y distributivas acorde con los tiempos presentes.

POR: EDILBERTO ALVAREZ GONZALEZ  

Este modelo fue propuesto por Kate Raworth, (Profesora de la Universidad de Oxford), presentado por primera vez en el año 2012 en el informe de OXFAM, previo a la cumbre de Rio+20. No representa una guía de políticas, es una manera diferente de analizar el sistema económico para orientar sus decisiones. Mientras los modelos económicos neo clásicos centran su interés en el valor generado por el mercado y el roll que debe jugar el Estado para generar bienestar, el Modelo DONUT o DONA, estudia la economía como algo que va más allá de ese debate. Por lo mismo, no se concentra solo en esos dos agentes: mercado y Estado, sino que, considera otros que también generan valor como la economía doméstica, o, el valor creado en los barrios.

Considera también que, “el capitalismo ha abusado del sistema industrial degenerativo, una dinámica fundamentada en hacer, tomar, gastar y perder, lo que ha provocado que se excedan los límites que tiene el planeta tierra”. Estos límites, llamados planetarios o fronteras planetarias, conforman un marco teórico que identifican nueve procesos fundamentales para la estabilidad y sostenibilidad del planeta tierra. Fueron estudiados y definidos por un grupo de veinte y ocho (28) científicos internacionales, liderados por Johan Rockstrom del Centro de Resiliencia de Stockholm (S.R.C) de Estocolmo, y por Will Steffen de la Universidad Nacional de Australia, quienes plantearon un progreso de la sociedad en forma justa y en armonía con el planeta, mediante un equilibrio económico, social y ambiental que permita satisfacer las necesidades básicas de los seres humanos, sin sobrepasar ninguno de los nueve límites que garantizan la sostenibilidad del planeta.

El modelo Dona se sustenta en cuatro conceptos básicos: 1). Existen límites, tanto en la sociedad como en su entorno planetario, que determinan los derechos y necesidades de la primera y, el uso y consumo de los recursos del segundo. 2). Prosperidad no significa crecimiento infinito. 3). La prioridad debe ser el bienestar de la población. Y el bienestar debe entenderse como la satisfacción de las necesidades básicas. 4). Los presupuestos de los Estados deben construirse con huella ecológica.

Las necesidades de la sociedad que el modelo denomina limites interiores son: Comida, agua, educación, salud, vivienda, energía, igualdad, representación política, salario de subsistencia. Los recursos naturales del planeta, llamados limites sobre el entorno planetario o exteriores son: Clima, medio ambiente, especies naturales, energías renovables, hidrogeno verde, zonas verdes, agricultura regenerativa.

Los nueve procesos fundamentales identificados, deben ser regulados, monitoreados, vigilados y controlados, para garantizar la sostenibilidad y estabilidad del planeta. Ellos son: 1). La capa de ozono estratosférico .2). Su biodiversidad, mantener sus ecosistemas. 3). Dispersión de productos químicos: tóxicos, radioactivos, contaminantes y orgánicos sintéticos. 4). El cambio climático. 5). La acidificación de los océanos. 6). El consumo de agua dulce y el ciclo hidrológico global. 7). El sistema tierra: la depredación de los bosques y humedales para convertirlos en tierras agrícolas y/o ganaderas. 8). Aportes de nitrógeno y fosforo en la biosfera y los océanos, con la producción y aplicación de fertilizantes. 9). Aerosol atmosférico.

El modelo Dona propone un cambio de mentalidad para abordar la economía contemporánea. Es una nueva forma de pensar para crear dinámicas generativas y distributivas acorde con los tiempos presentes. Está inspirada en los Objetivos Sostenibles de las Naciones Unidas, y fija como prioridad la satisfacción de las necesidades humanas, pero, sin sobre explotar los recursos naturales, protegiendo el medio ambiente y sin exceder los límites ambientales, para así garantizar el bienestar de todos. 

Según sus creadores, se requiere de un cambio profundo de mentalidad, de paradigmas y de valores. También, de administraciones más radicales e innovadoras en su manera de abordar los problemas económicos de sus comunidades. Se debe utilizar el pensamiento sistémico para analizar la economía, y así, poder comprender como las interacciones entre sus componentes (Estado, mercado, sociedad, bienes y servicios, tecnologías, medio ambiente) afectan al sistema en su conjunto. De igual forma, se hace necesario transitar hacia un desarrollo sostenible que, satisfaga las necesidades de las actuales generaciones, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las propias. Por lo mismo, la producción se debe rediseñar para llevarla a una producción regenerativa y circular por diseño, basada en energía renovable donde el principio fundamental sea que, el desecho de un proceso se convierta en la materia prima del nuevo proceso. Pero que, también, sea modular para permitir que los productos se puedan desmontar y reparar fácilmente, en vez de ser cambiados y desechados para terminar contaminando la biosfera.

El nombre de DONA deriva de la presentación inicial del modelo. Fue realizada de manera gráfica, semejando una dona con dos anillos concéntricos. El interno representa la base social donde se dan las condiciones para tener una vida digna. El externo, significa el techo o frontera ecológica para asegurar que la humanidad no sobre pase colectivamente los limites planetarios que protegen los sistemas vitales de la tierra. Entre los dos anillos, se encierra un espacio seguro y justo para la humanidad, donde se desarrolla su progreso con mayor equidad y menor desigualdad. 

En el año 2017, la autora del informe OXFAM, Kate Raworth, a quienes muchas voces autorizadas ya la llaman la Keynes del Siglo XXI, plasmó su propuesta en un libro que tituló: Economía Rosquilla: siete maneras de pensar como economista del siglo XXI. En este texto, explica de manera sustentada, cuáles deben ser los cambios conceptuales para abordar el estudio del sistema económico contemporáneo. Para ello, define siete estrategias de pensamiento que permiten la aplicación gradual del modelo DONA, estas son:

1). CAMBIAR LA META DEL PIB: El PIB es un indicador comúnmente usado para medir el crecimiento económico. Pero, de tiempo atrás, ha sido criticado por voces autorizadas por no revelar todo lo que se debe saber sobre el desempeño económico. En efecto, el PIB representa el valor total de las transacciones de bienes y servicios que se dan por unidades de servicios (Sociedades, Bancos, Administración Publica, hogares) en un territorio determinado, en un periodo de tiempo dado. Para muchos especialistas, este indicador no refleja la calidad de vida, no distingue entre crecimiento y desarrollo, puede ser manipulado, no considera el valor del trabajo de miles de personas que realizan las labores domésticas de los hogares, como, tampoco, las actividades económicas de la economía informal. (Las actividades de las mafias, el servicio de las trabajadoras sexuales, las ventas callejeras, entre otras).      

2). PASAR DE LA ECONOMIA DE MERCADO A LA ECONOMIA INTEGRADA: No solo el mercado y el Estado son importantes en la economía. También, la sociedad y los bienes comunes juegan un papel importante. Por lo mismo, se debe cambiar la lógica del crecimiento, y en vez de buscar un PIB ilimitado, se debe buscar la satisfacción de las necesidades humanas. El bienestar no es solo crecimiento económico, hay otros factores más importantes que lo determinan: salud, educación, seguridad, igualdad. 

3). NUTRIR LA NATURALEZA HUMANA: Se requiere construir una nueva y mejor imagen de los seres humanos. El viejo concepto del Homo Economicus, que determinó: el hombre trata de alcanzar su máximo bienestar en la medida de lo posible y con el menor costo posible, debe ser revaluado. Se necesita una nueva imagen de la persona que representamos como base de nuestro modelo económico, teniendo en cuenta sus capacidades de empatía, solidaridad y reciprocidad. Estos valores se deben promover y fortalecer mediante redes comunitarias que trabajen dentro de un marco de respeto y confianza, estimulando y fomentando la innovación y la sostenibilidad.

 4). PENSAR SISTEMICAMENTE: Los economistas se han esforzado durante mucho tiempo para simplificar los modelos económicos, asemejándolos a los modelos mecánicos lineales. Se han olvidado que, el mundo se hace cada día, más variado y complejo y, la única forma de dominar esa complejidad es con el pensamiento sistémico.

El pensar sistémicamente ayuda a comprender como funciona este mundo y que acciones se deben tomar para revertir desarrollos negativos. También, para comprender que los rápidos desarrollos tecnológicos le dan forma a nuestro futuro. El pensamiento sistémico, nos hace ver y analizar la interconexión y la interdependencia de los diferentes componentes de la economía y su interacción con el planeta, esto incluye factores como el clima, la biodiversidad, la desigualdad social, el consumo. Comprender la complejidad dinámica de esta interacción, es reconocer que la economía es un sistema abierto, influenciado por factores externos que pueden generar efectos inesperados.

5). DISEÑAR PARA DISTRIBUIR: La gran desigualdad que hoy se aprecia y su permanente y acelerado crecimiento, se debe a la alta concentración de la riqueza en pocas manos. Tener una sociedad tan desigual, en vez de una más igualitaria, ha sido nuestra decisión, no es un hecho natural, pues,” la teoría y práctica de la economía no se basa en las leyes naturales sino en valores subyacentes”. (Karl Wagner, documento: The values Quest, Club de Roma). La desigualdad es una falla de diseño. Hoy, se debe concebir la economía bajo otros valores, entre ellos, sostenibilidad, solidaridad, equidad, justicia social, de manera que, no solo genere riqueza, sino que también, la distribuya de forma justa y equitativa, garantizando que todos los miembros de la sociedad puedan acceder a sus necesidades básicas y mejorar su bienestar.  

6). CREAR PARA REGENERAR: Las condiciones actuales del planeta y su sociedad requieren de una economía donde la producción sea circular y regenerativa. Con energía y recursos en flujo constante, donde el desperdicio de un proceso se pueda convertir en insumo de otro proceso. Además, se debe producir modularmente, para que los productos puedan ser desmontados, reutilizables y reparados, en vez de ser desechables y contaminantes de la biosfera.

7). SER AGNOSTICO ACERCA DEL CRECIMIENTO ECONOMICO: Ser agnóstico es no estar seguro de cualquier realidad trascendente. Es una postura filosófica que pone en duda la capacidad humana de conocer verdades absolutas.

Los economistas neoclásicos han formulado la creencia tradicional que el crecimiento económico continuo es esencial para el bienestar social. Ese viejo paradigma hay que cambiarlo, en vez de ver al crecimiento como una panacea, debemos reconocer que el crecimiento también puede generar efectos negativos, tales como, el agotamiento de los recursos, la desigualdad social, la contaminación ambiental, el calentamiento global. Por lo mismo, se debe dejar de ver al crecimiento como único objetivo económico, y buscar un equilibrio entre bienestar social, justicia y la sostenibilidad planetaria.

En la actualidad hay Estados y ciudades donde se están experimentando modelos o se está aplicando los conceptos de la economía Dona. Ciudades como Ámsterdam, Bruselas, Copenhague están desarrollando proyectos bajo la orientación de este modelo económico. Igualmente, en países como India, Seúl y Ghana están explorando y ensayando su aplicación. Caso similar se aprecia en Brasil y México, donde se estudia la posibilidad de aplicarlo.    

Kate Raworth, economista de Oxford.