“Siempre canté con el alma”: Leo Dan

Con una guitarra prestada y el corazón lleno de canciones. Comenzó a tocar la armónica antes de escribir, y a los 11 años ya componía.

Buenos Aires, Argentina. A veces cierro los ojos y vuelvo a ese niño de Santiago del Estero, con una guitarra prestada y el corazón lleno de canciones. Nunca soñé con ser famoso. Solo quería que alguien escuchara lo que yo sentía.

Me llamaban Leo Dan, pero detrás del artista había un hombre que amó, que perdió, que lloró… y que siempre cantó desde el alma.

Su historia comenzó en un rincón humilde del norte argentino. Nacido un 22 de marzo de 1942, Leopoldo Dante Tevez aprendió a tocar la armónica antes que a escribir, y a los 11 años ya componía. En su adolescencia integró bandas locales, pero fue en Buenos Aires donde decidió apostarlo todo: llegó a CBS sin fama ni padrinos, solo con su guitarra en la mano y una voz que nadie pudo ignorar.

"Celia" fue su primer gran éxito. Luego vinieron "Fanny", "Cómo te extraño mi amor", "Estelita", canciones con nombre de mujer que hablaban de heridas reales. Cada tema era una confesión. No era solo música: era él dejando pedacitos de sí en cada verso.

Celia fue su primer gran éxito.Luego, "Fanny", " Como te extraño mi amor", "Estrellita" canciones con nombre de mujer. Te he prometido " fue producto de un desamor, su himno eterno.

En México encontró un nuevo hogar. Fue el primer baladista en cantar con mariachi. Su voz, combinada con las trompetas y guitarrones, creó un sonido único. Esa pared, Toquen mariachis, canten… ya no eran solo canciones. Eran parte de la vida de millones.

Pero detrás del ídolo había un hombre marcado por el amor y el desamor. A los 16, una joven llamada Cristina le rompió el corazón. De esa tristeza nació "Te he prometido", su himno eterno al amor no correspondido. Tiempo después, Marietta llegó para quedarse. Se conocieron en un concierto. Veinte días bastaron para que se casaran. A ella le cantó "Mary es mi amor" y "Pídeme la luna".

En el 2024, tras más de cinco décadas de carrera, Leo Dan anunció su despedida. Su última gira, El adiós a una leyenda, fue su forma de decir “gracias”.

Y entonces, sin ruido, sin cámaras, el primero de enero de 2025, su corazón se apagó mientras dormía. Se fue en paz, rodeado de su familia, como siempre quiso. Tenía 82 años.

Su última publicación, días antes de partir, fue para su público:

“Gracias por acompañarme en el 2024. Los amo.”

Ahora son sus canciones las que siguen hablando por él.