La ruta del contrabando de la Glock usada contra Miguel Uribe Turbay

La investigación judicial apunta a que este tipo de crímenes podrían estar orquestados por redes de crimen organizado que mezclan narcotráfico, sicariato y contrabando de armas de alto calibre.
El atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay no solo conmocionó a la opinión pública, sino que destapó una oscura red de tráfico ilegal de armas que conecta a Colombia con el suroeste de Estados Unidos. En el centro de esta trama está una pistola Glock de 9 mm, adquirida legalmente en Arizona en 2020, que terminó en manos de un menor de edad en Bogotá, convertido en sicario a sueldo.
El origen: una Glock comprada legalmente
Según confirmó la Policía Nacional, el arma fue adquirida en una armería del estado de Arizona, EE. UU., un territorio con leyes laxas para la compra de armas de fuego. La pistola Glock —modelo aún no especificado, pero posiblemente una 17 o 19— fue comprada por un ciudadano estadounidense sin antecedentes penales. Hasta ahora, no hay claridad sobre si el comprador vendió, perdió o traficó el arma, pero las autoridades de ambos países ya trabajan en conjunto para rastrear su historial completo.Tránsito fronterizo: sin control y sin rastros
Expertos de la DIASE (Dirección de Antinarcóticos y Seguridad Especial) sospechan que la Glock fue ingresada a Colombia a través de Centroamérica, en una de las rutas usadas por narcotraficantes para el paso de armas a través de Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, antes de llegar al puerto de Cartagena o Turbo, donde pudo haber sido escondida en un cargamento legal.
La entrega en Bogotá: una Glock en manos de un niño
En algún momento entre abril y mayo de 2025, la Glock pasó a manos de un grupo armado urbano en Bogotá. De allí, llegó al joven de apenas 14 años que disparó contra el senador Uribe durante un acto público en Fontibón. El menor fue capturado con el arma aún en su poder y confesó haberla recibido como parte de un “encargo” a cambio de dinero.La investigación judicial apunta a que este tipo de crímenes podrían estar orquestados por redes de crimen organizado que mezclan narcotráfico, sicariato y contrabando de armas de alto calibre.
La Fiscalía General de la Nación ya solicitó colaboración al ATF (Bureau of Alcohol, Tobacco, Firearms and Explosives) para trazar la cadena de custodia de la pistola desde su venta inicial hasta su ingreso a territorio colombiano. Aunque la Glock es una de las armas más populares del mundo por su fiabilidad y capacidad de fuego, su uso en este caso subraya la vulnerabilidad de los controles fronterizos y la falta de trazabilidad efectiva en el comercio internacional de armas.
¿Qué es una Glock y por qué preocupa a las autoridades?
La Glock, especialmente los modelos 17 y 19, es una pistola de fabricación austriaca que revolucionó la industria armamentista con su diseño de polímero, peso ligero y capacidad de fuego (hasta 17 disparos sin recarga). Es ampliamente utilizada por cuerpos policiales y militares en más de 50 países.En Colombia, su tenencia está restringida y su uso está reservado a miembros de la fuerza pública o a civiles con permisos especiales otorgados por la Dirección de Control Comercio de Armas del Ejército Nacional.
“Las Glock son armas de combate. Muy pocas personas pueden justificar su uso civil. Su presencia en manos no autorizadas es un peligro inminente”, señala Carlos Patiño Restrepo, experto en seguridad ciudadana y profesor de la Universidad Nacional.
Cifras preocupantes
Según cifras del Ministerio de Defensa, en 2024 se reportaron más de 12.000 delitos cometidos con armas de fuego, de los cuales más del 60% se perpetraron con armas ilegales. Aunque no hay estadísticas desglosadas por marca, se sabe que la Glock aparece con frecuencia en incautaciones urbanas.
Algunos estudios del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC) advierten que la expansión de armas sofisticadas en manos de civiles eleva los niveles de letalidad en robos, disputas personales y hechos de violencia doméstica.
El atentado contra Miguel Uribe Turbay revela una verdad inquietante: los límites territoriales no son obstáculos para el crimen organizado. Desde un almacén en Arizona hasta una calle en Bogotá, la Glock 9 mm recorrió un trayecto de sombras, corrupción y violencia. Y mientras la política colombiana busca respuestas, el país debe enfrentar una dolorosa realidad: las balas que hieren la democracia pueden venir de cualquier parte del mundo.