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"Me ofrecieron millones de dólares pero preferí pasar el rato con mis amigos fumando marihuana*: Kirkiand Laimg

Me ofrecieron millones de dólares pero preferí pasar el rato con mis amigos fumando marihuana : Kirkiand Laimg

Este peleador nació en Jamaica pero su niñez y juventud la pasó en Inglaterra.  Aunque tenía todo para ser campeón mundial de boxeo, este deporte nunca fue prioridad en él. 

Kirkland Laing nació en Jamaica pero creció en Inglaterra. Tenía un talento natural para el boxeo. Sus reflejos eran únicos. Su estilo era poco ortodoxo, casi burlón, con las manos bajas y movimientos imposibles de anticipar.
Parecía bailar en el ring.
Y aunque tenía todo para ser campeón mundial, el boxeo nunca fue su prioridad.

 Su vida deportiva fue un yoyo, subis y bajaba. Hoy hacia una pelea increible,  después caía derrotado por un desconocido. A los 59 años murió en un estado lamentable sin dentadura, sin dinero, en la pobreza absoluta. Murió al caer de un balcón.

Su noche más gloriosa fue en 1982, cuando enfrentó a Roberto “Mano de Piedra” Durán, una leyenda viva. Nadie daba un peso por Laing… y sin embargo, le ganó por puntos en una exhibición de talento, velocidad y descaro.

Fue un batacazo histórico.

Después de eso, todos pensaban que su carrera despegaría. Don King lo quería firmar. Las cadenas de televisión querían verlo. Pero Kirkland desapareció durante meses… para irse de fiesta. Drogas, alcohol, excesos.
Su carrera fue un sube y baja constante. Ganaba peleas increíbles y luego perdía con desconocidos. Nunca fue campeón mundial. Pero cada vez que subía al ring, la gente sabía que podía pasar cualquier cosa.

Con el tiempo, su salud mental se fue deteriorando. Terminó viviendo en la calle, sin dinero, sin dientes, sin recuerdos claros. En 2012, fue encontrado muerto tras caer de un balcón. Tenía 59 años. Hasta hoy no se sabe si fue accidente o suicidio.
Fue un genio incomprendido.
Fue un boxeador sin reglas.
Fue la prueba de que el talento, sin disciplina, no alcanza.