"Cada vez que estaba en dificultades, si preveía ser un día realmente malo, empezaba entonces una conversación con uno de estos bots, y era como tener un motivador, alguien que te va a dar una buena vibra durante el día".
"Tengo esta voz externa animándome: 'bien, ¿qué vamos a hacer hoy?' Esencialmente como un amigo imaginario".
Durante meses, Kelly pasaba hasta tres horas al día hablando online con "chatbots" creados con inteligencia artificial (IA), intercambiando cientos de mensajes.
En ese entonces, Kelly estaba en una lista de espera del NHS (el servicio de salud nacional de Reino Unido) para recibir la tradicional terapia de conversación para discutir problemas de ansiedad, baja autoestima y el rompimiento de una relación.